miércoles, 18 de abril de 2012

¿De que se alimenta tu vida?

 La alimentación necesita que sea sana y balanceada para que nuestro cuerpo pueda estar en equilibrio, evitando y previniendo así enfermedades. Dicen que lo que nos alimenta nos identifica.
 Tengo este tema en mente desde hace tiempo, no quería abordarlo aquí porque no me sentía preparada y ademas porque me tocaba primero a mi que a los que la leerán y quería estar libre de eso, pero quizás nunca suceda eso, así que mejor escribo simplemente.
 El titulo dice "¿De que se alimenta tu vida?" y no me refiero a este cuerpo de carne y hueso sino a nuestra vida espiritual, tendemos a comer pura basura; que un buen tema de música secular, que las ultimas noticias de la farándula, que estar al tanto de la trama de la ultima teleserie, de saber quien esta con quien en el ultimo reality de la TV para no sentirme extraño cuando todos hablen del tema, ultimas películas en cartelera, etc; si sigo enumerando tengo para rato. ¿Pero que nos dice la palabra de Dios?  ¿Qué hay, pues, hermanos? Cuando os reunís, cada uno de vosotros tiene salmo, tiene doctrina, tiene lengua, tiene revelación, tiene interpretación. Hágase todo para edificación. 1° a los Corintios 14:26 y también nos dice:  Él respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. San Mateo 4:4. El asunto es claro, no podemos vivir solo de comida normal, también nuestra vida espiritual necesita de la palabra de Dios, necesita de escuchar alabanzas que alaben al trino Dios, necesita congregarse, Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca. Hebreos 10:24 y 25. 
El problema esta en que pareciera que lo que sabemos o entendemos nos sale por un oído y nos entra por el otro, que es mas facil ponerse a ver vídeos en youtube que leer un trozo de la biblia o ponerse a orar unos 15 minutos. 
Dios mio ten misericordia pues tu venida esta a las puerta y tu pueblo ya no clama para que regreses, tengo miedo porque aunque se que no harás el sacrificio de tu hijo Jesús en vano, yo soy la que vivo perdiendo el tiempo.